Existen muchos tipos de imperfecciones en la piel y diferentes aspectos de cada una de ellas. Pueden ser claras, despigmentadas, pigmentadas o rojas (angiomas). Algunas pueden ser congénitas, como las marcas de nacimiento y otras son afecciones cutáneas adquiridas, como, por ejemplo:
- Las manchas blancas de vitíligo (despigmentación localizada): son inofensivas, pero antiestéticas, y son visibles principalmente en la piel oscura.
- Las manchas oscuras son el resultado de una exposición excesiva al sol. Son más frecuentes durante el embarazo, de ahí el nombre de “máscara del embarazo”, pero también se dan fuera de él en las mujeres y a veces incluso en los hombres.
- El acné común merece una mención especial. Algunas manchas acneicas pueden dejar marcas duraderas, sobre todo si son grandes, profundas, o si se han “tocado” demasiado.
Estas imperfecciones siempre deben estar bajo revisión de nuestro dermatólogo de confianza ya que con su acompañamiento podemos minimizar su apariencia, controlar los daños, pero sobre todo prevenir que nuevas afecciones aparezcan o evitar que las que ya tenemos empeoren su condición, algunas recomendaciones de los expertos para tratar o controlar estas afecciones son:
- Usar a diario una buena protección solar, esto evita que las manchas que ya tenemos se oscurezcan aun mas o aparezcan nuevas, es ideal buscar un producto con un FPS alto y de amplio espectro, y fórmulas galénicas que permitan una buena adherencia a la piel para que sean duraderos.
- Evitar rascar, frotar, o golpear la zona de afección para no sensibilizarla en exceso
- Buscar un diagnóstico médico que identifique y clasifique la imperfección y el mejor tratamiento posible.
- Consumir agua con regularidad puede ayudar a mantener la piel hidratada y a mejorar la apariencia de las imperfecciones por acné.