[et_pb_section fb_built=»1″ _builder_version=»3.0.47″][et_pb_row _builder_version=»3.0.47″ background_size=»initial» background_position=»top_left» background_repeat=»repeat»][et_pb_column type=»4_4″ _builder_version=»3.0.47″ parallax=»off» parallax_method=»on»][et_pb_text _builder_version=»3.0.47″ background_size=»initial» background_position=»top_left» background_repeat=»repeat»]

Muchos cambios ocurren en el cuerpo durante la gestación y la piel no es la excepción. Hay algunas medidas que se pueden implementar en esta etapa para el cuidado de la piel y es importante conocerlas porque en algunos casos pueden alertarnos de problemas más graves que puedan poner en riesgo al bebé.

Los cambios fisiológicos o normales en la piel de la embarazada son:

Cambios pigmentarios:

Ocurre en la mayoría de las embarazadas; más en las pieles oscuras, es progresivo durante el embarazo y disminuye lentamente después del parto. Se localiza preferentemente en las zonas con influjo hormonal como areolas, axilas, periné, genitales, región anal, cara interna de muslos; incluso las cicatrices pueden observarse más pigmentadas de lo habitual. La línea alba se encuentra desde el monte de venus hasta el ombligo y su pigmentación ocurre a partir del tercer mes.

El Melasma (manchas en la cara) puede ocurrir en un poco menos de la mitad de las embarazadas; más frecuente en las hispanas (genética), en la zona centro facial y puede no desaparecer con la terminación del embarazo o con la suspensión de las pastillas anticonceptivas. Durante la gestación la medida más importante es el uso rutinario y frecuente del protector solar con SPF 50 o más.

Los tratamientos despigmentantes se deben iniciar después del parto; en la actualidad se ha ampliado el abanico del tratamiento para melasma con nuevos medicamentos y tecnologías como microagujas y/o láser.

[/et_pb_text][et_pb_image src=»https://dermablog.com.co/wp-content/uploads/2018/10/47068915_l.jpg» _builder_version=»3.0.106″ max_width=»94%»][/et_pb_image][/et_pb_column][/et_pb_row][et_pb_row _builder_version=»3.0.106″][et_pb_column type=»4_4″ _builder_version=»3.0.47″ parallax=»off» parallax_method=»on»][et_pb_text _builder_version=»3.0.106″]

Cambios vasculares:

Dilataciones varicosas en la porción inferior del cuerpo como las piernas, área vulvar y región anal con hemorroides; también favorecen su aparición los antecedentes familiares o predisposición genética. Las medidas más importantes para contrarrestar su aparición es evitar permanecer largos periodos (más de 30 minutos) en una misma posición de pie o sentado y evitar la compresión con ropa muy ajustada.

En algunos casos el médico podrá definir si es necesario el uso de medias de gradiente de presión para controlar su aparición o los síntomas.

Nevo arácneo (lunares rojos o “arañitas”)

Son lesiones vasculares rojas, con ramificaciones (similares a las arañas) que al deprimirlas con los dedos desaparecen; se pueden observar en el segundo a quinto mes del embarzo y la mayoría desaparecen en el postparto.

Eritema palmar (enrojecimiento de palma de manos)

Ocurre más frecuentemente en las mujeres blancas, desde el primer trimestre.

Edema (hinchazón)

Aparece en el último trimestre, se presenta debido a la retención de líquido en los tejidos, por retención de sodio y agua producida por hormonas como la aldosterona, los estrógenos y la progesterona. Muy importante diferenciarlo del edema por Preeclampsia, enfermedad grave propia del embarazo (su origen está en la placenta) en la que además de edema la paciente tiene hipertensión arterial y proteinuria y de no tratarse adecuadamente tiene graves complicaciones para la mujer y su bebé.

[/et_pb_text][/et_pb_column][/et_pb_row][et_pb_row _builder_version=»3.0.106″][et_pb_column type=»1_2″ _builder_version=»3.0.47″ parallax=»off» parallax_method=»on»][et_pb_image src=»https://dermablog.com.co/wp-content/uploads/2018/10/16272651_l.jpg» _builder_version=»3.0.106″][/et_pb_image][/et_pb_column][et_pb_column type=»1_2″ _builder_version=»3.0.47″ parallax=»off» parallax_method=»on»][et_pb_text _builder_version=»3.0.106″]

Cambios en los anexos:

Efluvio telógeno (caída del pelo)

Ocurre en la mayoría de los embarazos, desde el primer hasta el quinto mes postparto. Es causado por el estrés físico y emocional del parto, el estrés quirúrgico en las cesáreas, la pérdida sanguínea y los cambios hormonales. Algunos productos especiales para estas patologías pueden ayudar en este período, en el que sencillamente sentimos que vamos a quedarnos “calvas”.

Uñas

Estrías transversales, uñas quebradizas, onicólisis distal (Separación de la uña del lecho ungueal) y queratosis subungueal (alteraciones en el crecimiento de la uña).

Mucosas

Gingivitis con hipertrofia papilomatosa de las encías, por lo general ocurre en todas las embarazadas en diferentes grados, pero mejora completamente en el post parto. Puede haber sangrado, edema y dolor; importante siempre la valoración por odontología durante el embarazo.

[/et_pb_text][/et_pb_column][/et_pb_row][et_pb_row _builder_version=»3.0.106″][et_pb_column type=»4_4″ _builder_version=»3.0.106″ parallax=»off» parallax_method=»on»][et_pb_text _builder_version=»3.0.106″]

Cambios en el tejido conjuntivo:

Estrías de distensión

Hasta el 77% de las embarazadas pueden presentarlas desde la segunda mitad del embarazo. Localizadas en la parte inferior del abdomen, alrededor del ombligo, glúteos, caderas, mamas, hombros y muslos, zona sacra y axilas. Al comienzo son de color rojo a violáceas y luego adquieren el aspecto típico atrófico y nacarado. La recomendación más importante es mantener la piel hidratada ya que su aparición es debida a la sobredistensión de los tejidos y daño de las fibras elásticas.

Acné

En algunas pacientes puede incrementarse o mejorar si lo presentaba antes de la gestación, o aparecer durante esta. El medicamento que se utiliza sin riesgo durante este periodo es el ácido azelaico (que además puede ayudarnos con las hiperpigmentaciones); casi todos los otros deben suspenderse.

Reubicación del tejido graso

La principal recomendación es mantener una alimentación saludable y realizar actividad física (con asesoría realizar la permitida durante el embarazo). En el postparto un consumo adecuado de líquidos nos ayuda para la lactancia y para mejorar cambios como la celulitis.

[/et_pb_text][/et_pb_column][/et_pb_row][/et_pb_section]

¿Cómo podemos ayudarte?