[et_pb_section fb_built=»1″ _builder_version=»3.0.47″ custom_padding=»0|0px|0|0px»][et_pb_row custom_padding=»0|0px|13px|0px» _builder_version=»3.0.47″ background_size=»initial» background_position=»top_left» background_repeat=»repeat»][et_pb_column type=»1_2″ _builder_version=»3.0.47″ parallax=»off» parallax_method=»on»][et_pb_text _builder_version=»3.0.106″ header_text_align=»center» text_orientation=»justified»]Los tatuajes son una costumbre milenaria, tan antigua como la humanidad, su popularidad se ha mantenido a través del tiempo en las diferentes culturas. La moda de lucirlos comenzó en los años 60 con el movimiento hippie y desde entonces, hasta los llamados Millenials y Centenialls, se han hecho tatuajes extensos y visibles.
Parte de los motivos para realizarse un tatuaje, es la búsqueda de la identidad personal, quererse parecer a sus ídolos, perpetuar un sentimiento que no se quiere olvidar o por simple rebeldía.
En Estados Unidos, 25% de la población está tatuada. Y según las estadísticas, el 20% se arrepiente años más tarde de haberlo hecho, ya sea por razones profesionales o por superar eventos del pasado.
[/et_pb_text][/et_pb_column][et_pb_column type=»1_2″ _builder_version=»3.0.47″ parallax=»off» parallax_method=»on»][et_pb_image src=»https://dermablog.com.co/wp-content/uploads/2019/05/tatuajes.jpg» url=»https://dermablog.com.co/rejuvenecimiento/» url_new_window=»on» align=»center» admin_label=»tatuajes» _builder_version=»3.0.106″][/et_pb_image][/et_pb_column][/et_pb_row][et_pb_row custom_padding=»0|0px|0|0px» _builder_version=»3.0.47″ background_size=»initial» background_position=»top_left» background_repeat=»repeat»][et_pb_column type=»4_4″ _builder_version=»3.0.47″ parallax=»off» parallax_method=»on»][et_pb_text _builder_version=»3.0.106″ header_text_align=»justify» text_orientation=»justified»]El tatuaje, consiste en la inyección intradérmica de micropartículas de pigmento, que varían en tamaño, composición y profundidad. Pueden ser de múltiples categorías: profesionales, amateur (tintas chinas), cosméticos y traumáticos (producidos por accidentes con pólvora o pavimento.
En el pasado, se intentó retirar los tatuajes con técnicas agresivas como criocirugía o salabrasión, esta última consiste en frotar vigorosamente la zona tatuada con un bloque de lijado hecho de sal, este método puede resultar doloroso. Afortunadamente en la actualidad contamos con láser de última tecnología Q- Switched. Estos equipos emiten disparos de alta energía en cortos períodos de tiempo (nano segundos) y fragmentan las partículas de pigmento del tatuaje sin destruir la piel alrededor de éste.
[/et_pb_text][/et_pb_column][/et_pb_row][et_pb_row custom_padding=»5px|0px|10px|0px» _builder_version=»3.0.47″ background_size=»initial» background_position=»top_left» background_repeat=»repeat»][et_pb_column type=»4_4″ _builder_version=»3.0.47″ parallax=»off» parallax_method=»on»][et_pb_text _builder_version=»3.0.106″ text_font=»|600|on||||||» text_text_color=»#e09900″ text_line_height=»1.8em» header_text_shadow_style=»preset1″ text_orientation=»justified»]En nuestra clínica Dermatológica, contamos con el Láser de Revlite Nd Yag Q-Switched, con tecnología fotoacústica, que lo hace más seguro, con daño mínimo del tejido circundante y menor riesgo de hipo o hiperpigmentación. Además, debido a las cuatro longitudes de onda que utiliza es posible eliminar casi todos los colores.
[/et_pb_text][/et_pb_column][/et_pb_row][et_pb_row custom_padding=»0|0px|27px|0px» _builder_version=»3.0.47″ background_size=»initial» background_position=»top_left» background_repeat=»repeat»][et_pb_column type=»4_4″ _builder_version=»3.0.47″ parallax=»off» parallax_method=»on»][et_pb_text _builder_version=»3.0.106″ text_orientation=»justified»]La eliminación de tatuajes con láser Q switched es segura y efectiva, pero son necesarias entre 6-10 sesiones de tratamiento. A veces se mantiene pigmento residual del tatuaje en cantidades mínimas.
[/et_pb_text][/et_pb_column][/et_pb_row][/et_pb_section]
[et_pb_section bb_built=»1″ _builder_version=»3.0.47″][et_pb_row _builder_version=»3.0.47″ background_size=»initial» background_position=»top_left» background_repeat=»repeat»][et_pb_column type=»4_4″][et_pb_text _builder_version=»3.0.106″ background_size=»initial» background_position=»top_left» background_repeat=»repeat» background_layout=»light»]
La pérdida del perfil del mentón y la acumulación de grasa submental es una de las condiciones estéticas más comunes que causa especial molestia en hombres y mujeres. Según una encuesta realizada por la Sociedad Americana de Dermatología en el 2015 (ASDS), el 67% de las personas mayores de 35 años están inconformes por el exceso de grasa debajo de su barbilla. Algunos factores como el envejecimiento, el aumento de peso, la constitución física y una mala postura favorecen la aparición de esta condición, llevando a la pérdida del ovalo facial y la armonía de la cara.
Hoy en día, existen diferentes tratamientos y técnicas quirúrgicas para abordar el origen del problema y conseguir resultados adecuados. Las técnicas mínimamente invasivas son:
Intradermoterapia con ácido deoxicólico: (Próximamente en Colombia). Consiste en la aplicación de pequeñas inyecciones intradérmicas, que cuando se inyectan en el tejido adiposo destruyen permanentemente las células de grasa. Ha mostrado ser bien tolerado, los estudios clínicos evidencian adecuados resultados para la eliminación de la grasa mental y mejoría de la flacidez del cuello. Se requieren de varias sesiones con intervalo de tratamiento de 6 semanas.
Aplicación de hilos tensores: consiste en la aplicación de hilos de sutura de polidioxanona (material biocompatible que es absorbible y provoca menos reactividad que las suturas naturales). Se usan con el fin de tensar la piel y reposicionar los tejidos blandos, logrando un efecto lifting y estimulando la producción paulatina de colágeno. Este tratamiento es indicado principalmente para pacientes con flacidez que buscan definición y proyección del mentón. Tiene una duración aproximada de 18 meses.
[/et_pb_text][et_pb_image src=»https://dermablog.com.co/wp-content/uploads/2018/08/sculpsure-papada.jpg» _builder_version=»3.0.106″ max_width=»94%» show_in_lightbox=»off» url_new_window=»off» use_overlay=»off» always_center_on_mobile=»on» force_fullwidth=»off» show_bottom_space=»on» /][et_pb_text _builder_version=»3.0.106″ background_layout=»light»]
SculpSure: es el último dispositivo láser que ha recibido aprobación de la FDA para la eliminación de la papada.
Este procedimiento consiste en ubicar un aplicador del láser en la zona submental, este dispositivo tiene selectividad por el tejido adiposo, lo que permite llegar a él e incrementar la temperatura entre 42 y 47 grados centígrados aumentando el metabolismo del adipocito (célula grasa), produciendo disminución del tamaño de este.
El procedimiento es seguro, el calor solo actúa sobre el tejido graso respetando la epidermis (capa más superficial de la piel). Es un tratamiento rápido (25 minutos), cómodo y sin tiempo de recuperación. Los resultados comienzan a ser evidentes entre la tercera y sexta semana de la primera sesión.
Normalmente se requiere de 2 sesiones, pero todo varía dependiendo del paciente.
Dentro de las opciones para tratar la papada también se encuentran los tratamientos invasivos, soluciones quirúrgicas, para mencionar algunos de estos procedimientos está la mentoplastía, lifting de cuello y papada y la liposucción.
Los anteriores son realizados por cirujanos plásticos.
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[et_pb_section fb_built=»1″ _builder_version=»3.0.47″][et_pb_row _builder_version=»3.0.47″ background_size=»initial» background_position=»top_left» background_repeat=»repeat»][et_pb_column type=»4_4″ _builder_version=»3.0.47″ parallax=»off» parallax_method=»on»][et_pb_text _builder_version=»3.0.47″ background_size=»initial» background_position=»top_left» background_repeat=»repeat»]La aplicación de hilos de sustentación o hilos tensores es una técnica de lifting (estiramiento) mínimamente invasiva. Se utiliza en Dermatología Estética para reposicionar los tejidos blandos, principalmente los de la cara y cuello, preservando los rasgos y características de cada persona.
Este procedimiento es útil en zonas localizadas como: surcos nasogenianos, líneas de marioneta, arrugas peribucales, definición del contorno mandibular y mejoría de la flacidez del cuello, incluso también son utilizados en el cuerpo para disminuir la flacidez de brazos, abdomen, glúteos y piernas.
Se insertan a nivel de la dermis profunda, donde además de dar soporte a los tejidos, activan los fibroblastos, células capaces de generar colágeno, induciendo una fibrosis alrededor del hilo, generando un efecto de lifting biológico.
Los hilos de sustentación son suturas de polidioxanona (PDO), un material biocompatible, hipoalergénico y reabsorbible, ampliamente utilizado en cirugía general.
Este material de sutura tiene una duración de 6 meses, y es reabsorbido por el propio cuerpo, pero el efecto de producción de nuevo colágeno y fibrosis natural se prolonga de 12 a 18 meses.
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Este tratamiento tiene la finalidad de prevenir y reparar los signos del envejecimiento.
Puede ser utilizado cuando aparecen los primeros signos de flacidez, o como reparador por su efecto tensor y productor de colágeno.
Este procedimiento es realizado con mínima molestia para el paciente, puede realizarse con anestesia tópica o local. Los hilos se posicionan creando una red en la
dermis profunda tensando la piel lrededor,
consiguiendo elevar y reposicionar los tejidos y mejorar la calidad de la piel.
El procedimiento causa mínima reacción inflamatoria, por lo tanto el paciente puede reincorporase a la vida cotidiana de forma inmediata.
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Los resultados se aprecian a partir del primer mes de su implantación. Los hilos son reabsorbidos por el
organismo y los resultados tienen una duración hasta de dos años, estimulando el rejuvenecimiento de la piel, aportando una apariencia de aspecto descansado, mayor elasticidad y óptima luminosidad.
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