Los tatuajes son prácticas donde se plasma un dibujo o texto sobre la piel, inyectando tinta u otros pigmentos en la dermis. Estos existen desde épocas tan antiguas como en el año 2000 a. C; hoy es común que se realicen estas prácticas por arte, estética, belleza o incluso moda. Según estadísticas para el 2020, en Europa alrededor del 30% de la población tenía al menos un tatuaje, y cada vez son más los que deciden grabar recuerdos en su piel, resaltando su propia identidad, enmarcando una creencia, inmortalizando momentos, tal vez, a manera de fotografiar ciertos recuerdos “para siempre”.
Hoy en día, hay una amplia gama de estilos de tatuajes para escoger (acuarela, blackwork, old school, neotradicional, japoneses, realistas, etc.), los buenos tatuajes son auténticas obras de arte, con diseños únicos y especiales, sin embargo, el incremento en la cantidad de tatuajes ha traído consigo un aumento correspondiente en el deseo de eliminarlos, y las causas más comunes son por motivos laborales y cambio en las tendencias.
Diferentes técnicas se han usado desde la antigüedad para hacer remoción de estos: dermoabrasión, peeling químico, mutilación y láser, este último emite un haz de luz que se dirige directamente a las partículas de tinta, las fragmenta en otras de tamaño inferior y se eliminan a través del sistema linfático, es importante recalcar que no todos los láser son igual de efectivos y no todos tienen los mismos usos. Con el paso de los años y los avances tecnológicos este se ha ido perfeccionando para lograr mejores resultados, el primer láser que se lanzó al mercado para remoción de tatuajes emitía longitudes de onda en MILISEGUNDOS, posterior a esto, se lanzó el láser de NANOSEGUNDOS y actualmente, como última generación a nivel mundial en CLÍNICA DERMATOLOGICA tenemos la revolucionaria tecnología de los PICOSEGUNDOS.
La tecnología PicoSure combina un enfoque dual de tratamiento: un efecto fototérmico discreto y un fuerte efecto fotomecánico basado en una duración ultracorta de los pulsos. Esta combinación es conocida como PressureWave, desintegra la zona objetivo, sea tinta o pigmento, en partículas que se eliminan fácilmente del cuerpo, este innovador concepto consiste en la emisión de energía en picosegundos, y es una unidad de medida del tiempo equivalente a una billonésima parte de un segundo o lo que es lo mismo, una fracción de tiempo 100 veces más corta que un nanosegundo, que es la unidad de tiempo en la que se basan la mayoría de láseres actuales.
Esta nueva tecnología ha evidenciado múltiples mejorías con respecto a los previos y comunes en otras instituciones, se considera más gentil con la piel, no es tan invasivo, no suele dejar cicatrices, tiene mayor afinidad por las tintas de colores y requiere menos sesiones para remover un tatuaje, dichas sesiones se realizan en un intervalo de 6 a 8 semanas entre cada una, claro está, cada paciente es un mundo distinto y existen múltiples factores que influyen a la hora de eliminar total o parcialmente un tatuaje, entre los más complejos tenemos:
- Localización distal: manos o pies, ya que por su distancia al corazón hace más lento el drenaje linfático.
- Colores densos: que han sido muy repasados por la máquina de tatuajes o pigmentos como los tonos amarillo, naranja o rojo.
- Antigüedad: tatuajes debido a la complejidad de los compuestos químicos de la tinta.
- Tipo de tatuaje: los profesionales suelen ser más complejos de eliminar que los tatuajes artesanales, dado que estos últimos quedan en capas más superficiales de la piel.
- Estado de salud: algunas enfermedades que comprometen nuestro sistema inmune pueden limitar un poco los resultados de nuestro proceso.
- Color de piel: las personas con tono de piel más blanco suelen responder mejor a los efectos del láser y necesitan menos sesiones.