A lo largo de la historia de la humanidad, la obesidad ha estado presente en todas las culturas. Históricamente los seres humanos están en un mejoramiento continuo e integral y, tras de ello, está en búsqueda permanente de la belleza exterior y armonía.

La Federación Mundial de Obesidad, la Asociación Americana de Endocrinólogos Clínicos (AACE) y el American College of Endocrinology (ACE) definen la obesidad como un «proceso de enfermedad crónico» basada en la adiposidad.

La Organización Mundial de la Salud (OMS), la define «como una acumulación anormal o excesiva de grasa que puede ser perjudicial para la salud», lo que trae consigo varias enfermedades crónicas no transmisibles como la diabetes tipo II, la hipertensión, apnea de sueño, la obesidad, dislipidemia, enfermedades cardiovasculares, problemas digestivos y osteoarticulares, entre otras.

La obesidad es una cuestión multifactorial, es el resultado de una combinación de diferentes causas: genéticas, hormonales, metabólicas, conductuales, epigenéticos y ambientales que suceden a lo largo de la vida.

En la actualidad la mayoría de las personas buscan permanentemente un cambio en su imagen, que les permita fortalecer su autoestima y sentirse bien con su aspecto; sin embargo, en muchas ocasiones se dejan llevar por la desinformación de los medios de comunicación, redes sociales, entrenadores físicos y la farándula. Esta forma está relacionada con los diferentes tipos de dietas existentes, la cetogénica, low-carb, hipercalórica, mediterránea, vegetariana, o incluso, a tomar medicamentos para la pérdida de peso y modificar la composición corporal y a su vez, omiten la importancia de la salud y su relación con el peso.

Es importante enfatizar que la obesidad es en gran medida producto de dietas altas en calorías, acompañado de la inactividad física. Además, la salud psicológica y emocional juega un rol principal en la conducta alimentaria. La obesidad como enfermedad implica asociarla a las modificaciones en el estilo de vida, actividad física, abordaje psicoemocional, cambios alimentarios saludables y, por último, recurrir a tratamientos farmacológicos e incluso cirugía bariátrica.

Si bien la actividad física y la alimentación son factores importantes en la pérdida de peso, también es cierto que cumplen un papel fundamental en el cambio de composición corporal y la salud, puesto que la alimentación o el ejercicio por sí solos no permiten ver el logro de los objetivos, y son los hábitos de estilo de vida saludable deben ir de la mano con el acompañamiento y guía de los profesionales idóneos.

Dermatológica cuenta con profesionales capacitados (nutricionista, fisioterapeutas, entrenadores físicos), que brindan a los usuarios un manejo multidisciplinar que permite evaluarlos de manera integral, y que complementado con el uso de la tecnología de punta como el escáner de radiofrecuencia Visbody, permite analizar la composición corporal (masa muscular, masa grasa, IMC, peso, porcentaje de agua, grasa visceral, entre otros), lo que conlleva a precisar en qué área se localiza el mayor porcentaje de grasa.

Como conclusión, para poder lograr el correcto abordaje de la obesidad se debe llevar a cabo un trabajo común y coordinado en el que intervenga el compromiso de los pacientes y sus familias. Entender que no existen dietas milagrosas, pero que si existen diferentes tipos de dietas de acuerdo con las necesidades de cada paciente con base en la edad, sexo, actividad física, enfermedades de base, alergias e intolerancias; es decir, no a todo el mundo le servirá la misma dieta, y es fundamental individualizarse.

Recomendaciones importantes para tener en cuenta:

  • Consultar con un profesional en el tema (nutricionista o endocrino).
  • Limitar la ingesta energética procedente de azúcares y grasas saturadas.
  • Aumentar el consumo de frutas, verduras, leguminosas, cereales integrales y frutos secos.
  • Estimular la realización de actividad física.
  • Mantener una buena hidratación.

Los tatuajes son prácticas donde se plasma un dibujo o texto sobre la piel, inyectando tinta u otros pigmentos en la dermis. Estos existen desde épocas tan antiguas como en el año 2000 a. C; hoy es común que se realicen estas prácticas por arte, estética, belleza o incluso moda. Según estadísticas para el 2020, en Europa alrededor del 30% de la población tenía al menos un tatuaje, y cada vez son más los que deciden grabar recuerdos en su piel, resaltando su propia identidad, enmarcando una creencia, inmortalizando momentos, tal vez, a manera de fotografiar ciertos recuerdos “para siempre”.

Hoy en día, hay una amplia gama de estilos de tatuajes para escoger (acuarela, blackwork, old school, neotradicional, japoneses, realistas, etc.), los buenos tatuajes son auténticas obras de arte, con diseños únicos y especiales, sin embargo, el incremento en la cantidad de tatuajes ha traído consigo un aumento correspondiente en el deseo de eliminarlos, y las causas más comunes son por motivos laborales y cambio en las tendencias.

Diferentes técnicas se han usado desde la antigüedad para hacer remoción de estos: dermoabrasión, peeling químico, mutilación y láser, este último emite un haz de luz que se dirige directamente a las partículas de tinta, las fragmenta en otras de tamaño inferior y se eliminan a través del sistema linfático, es importante recalcar que no todos los láser son igual de efectivos y no todos tienen los mismos usos. Con el paso de los años y los avances tecnológicos este se ha ido perfeccionando para lograr mejores resultados, el primer láser que se lanzó al mercado para remoción de tatuajes emitía longitudes de onda en MILISEGUNDOS, posterior a esto, se lanzó el láser de NANOSEGUNDOS y actualmente, como última generación a nivel mundial en CLÍNICA DERMATOLOGICA tenemos la revolucionaria tecnología de los PICOSEGUNDOS.

La tecnología PicoSure combina un enfoque dual de tratamiento: un efecto fototérmico discreto y un fuerte efecto fotomecánico basado en una duración ultracorta de los pulsos. Esta combinación es conocida como PressureWave, desintegra la zona objetivo, sea tinta o pigmento, en partículas que se eliminan fácilmente del cuerpo, este innovador concepto consiste en la emisión de energía en picosegundos, y es una unidad de medida del tiempo equivalente a una billonésima parte de un segundo o lo que es lo mismo, una fracción de tiempo 100 veces más corta que un nanosegundo, que es la unidad de tiempo en la que se basan la mayoría de láseres actuales.

Esta nueva tecnología ha evidenciado múltiples mejorías con respecto a los previos y comunes en otras instituciones, se considera más gentil con la piel, no es tan invasivo, no suele dejar cicatrices, tiene mayor afinidad por las tintas de colores y requiere menos sesiones para remover un tatuaje, dichas sesiones se realizan en un intervalo de 6 a 8 semanas entre cada una, claro está, cada paciente es un mundo distinto y existen múltiples factores que influyen a la hora de eliminar total o parcialmente un tatuaje, entre los más complejos tenemos:

 

  • Localización distal: manos o pies, ya que por su distancia al corazón hace más lento el drenaje linfático.
  • Colores densos: que han sido muy repasados por la máquina de tatuajes o pigmentos como los tonos amarillo, naranja o rojo.
  • Antigüedad: tatuajes debido a la complejidad de los compuestos químicos de la tinta.
  • Tipo de tatuaje: los profesionales suelen ser más complejos de eliminar que los tatuajes artesanales, dado que estos últimos quedan en capas más superficiales de la piel.
  • Estado de salud: algunas enfermedades que comprometen nuestro sistema inmune pueden limitar un poco los resultados de nuestro proceso.
  • Color de piel: las personas con tono de piel más blanco suelen responder mejor a los efectos del láser y necesitan menos sesiones.

El atractivo facial es indiscutiblemente un factor muy importante en las interacciones sociales e interpersonales, y aunque la percepción de una buena imagen es una valoración subjetiva, ésta se ha asociado a salud, autoestima, e incluso actualmente en la sociedad puede ser un marcador de éxito. Esto explica la razón por la que el ser humano invierte tiempo y recursos para encontrar alternativas terapéuticas, que nos permitan vernos jóvenes, atractivos y por supuesto saludables.

Con el paso de los años, se presentan cambios estructurales en el rostro debido a cambios en el sistema músculo esquelético, tales como la resorción ósea (pérdida del hueso) y cambios en la distribución grasa subcutánea, que generan ptosis (caída) de los tejidos de la cara, produciendo que la configuración triangular que es característica de la juventud se pierda volviéndose redonda o cuadrada. 

Estos cambios estructurales asociados a los cambios propios de la piel, como adelgazamiento y flacidez, llevan a la pérdida de la homogeneidad de la cara con la aparición de surcos, que son líneas que marcan la transición entre las diferentes zonas del rostro, tales como las ojeras, el surco nasolabial, el surco labio mandibular o marioneta; y que llevan a tener expresiones faciales de tristeza, cansancio, enojo, preocupación, que generan una discordancia entre lo que nuestro rostro expresa y como realmente nos estamos sintiendo.

La comprensión de los cambios asociados con el envejecimiento facial ha llevado a que se busquen tratamientos de rejuvenecimiento facial, mínimamente invasivos, que restauren el volumen perdido a través de los años y que, además mejoren la calidad de la piel estimulando la formación de colágeno.

Entre los materiales más utilizados en la actualidad para este fin, por sus características particulares, son el ácido hialurónico y la hidroxiapatita cálcica.

  • El ácido hialurónico (AH) es un componente natural en algunos tejidos del cuerpo, incluyendo la piel. Es un polisacárido perteneciente al grupo de los glucosaminoglicanos, que tiene la capacidad de retener agua produciendo hidratación. Además, puede producir volumen, si es reticulado (adición de una sustancia que disminuye su degradación), son geles biocompatibles y biodegradables.
  • La Hidroxiapatita cálcica (CaHA) es un componente natural de algunos tejidos como el hueso y los dientes. Dependiendo de la concentración, la hidroxiapatita puede producir un efecto de volumen, en mayor o menor medida, de acuerdo con su concentración, sin embargo, claramente la principal característica, es que es un potente inductor de colágeno en la piel. Es una molécula biocompatible y biodegradable.

HArmonyCa™ Es un inyectable híbrido, compuesto por microesferas de hidroxiapatita cálcica (CaHA), suspendidas en un gel de hialuronato sódico o ácido hialurónico (AH) reticulado. Es un nuevo y prometedor tratamiento inyectable que suple las necesidades propias del envejecimiento, pues en un solo producto, tenemos las dos sustancias más utilizadas y con mejores beneficios para la piel. Por un lado, con el (AH) se repone la estructura de la cara, y se produce un efecto de estiramiento (lifting) inmediato, y por el otro, las moléculas de (CaHA) actúan en la profundidad de la dermis, estimulando la producción de colágeno con una mejoría progresiva en la calidad de la piel.

Definitivamente, vivir una experiencia HArmonyCa™, será maravilloso para la piel de tu rostro, y para el beneficio de todos nuestros pacientes, en Clínica Dermatológica, seremos pioneros y tendremos a tú disposición este tratamiento.

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